En esta fotografía, se une la obra “La Ofrenda” con la imagen de orfebrería de un pez alado. Esta pieza orfebre que ahora está expuesta en el Museo del Oro de Bogotá, Colombia fue encontrada en una tumba de la región de San Agustín. Esta joya de oro fue elaborada por los habitantes de las montañas andinas entre el año 1 D.C. y 900 D.C.
“La Ofrenda” está inspirado en una pieza orfebre del pueblo Muisca que representa una balsa durante una ceremonia que hoy es conocida como “El Dorado”. En este ritual, los caciques de la cordillera central de los andes colombiano se vestían en polvo de oro y daban ofrendas de esmeraldas y oro a las lagunas.
Para los pueblos indígenas en Colombia, el oro es la energía vital del padre sol mientras que las lagunas son el vientre de la madre tierra. En el ritual que los españoles nombraron El Dorado, el cacique dorado ofrendaba oro y esmeraldas al agua para renovar la vida en un pacto con la naturaleza.
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In this photograph, the painting “La Ofrenda” is joined with a winged fish. This gold piece, now on display at the Gold Museum in Bogota, Colombia, was found in a tomb in the region of San Agustin. This gold jewelry was made by the inhabitants of the Andean mountains between 1 AD and 900 AD.
“La Ofrenda” is inspired by a goldsmith piece of the Muisca people that represents a raft during a ceremony that today is known as “El Dorado”. In this ritual, the caciques of the central mountain range of the Colombian Andes dressed in gold dust and gave offerings of emeralds and gold to the lagoons.
For the indigenous peoples in Colombia, gold is the vital energy of father sun while the lagoons are the womb of mother earth. In the ritual that the Spaniards named El Dorado, the golden cacique offered gold and emeralds to the water to renew life in a pact with nature.